domingo, 5 de febrero de 2012

¿Captación o fidelización de clientes?, esa es la cuestión.


En marketing, esta es una de las grandes reflexiones que nos hacemos a diario en nuestras empresas, especialmente en tiempos de crisis. Y no existe una respuesta única y universal a esta cuestión.

Muchos son los factores que condicionan la estrategia que nuestra empresa necesita llevar a cabo, y en mayor o menor medida, el sector, el producto/servicio, el momento económico, la situación de la empresa, las necesidades de crecimiento, la estructura de la cartera de clientes, el ritmo de crecimiento o decrecimiento de ventas e incluso nuestra competencia, nos darán las pistas necesarias de que es lo mejor para la empresa en cada momento.

Obviamente, hay una reflexión obligatoria que cualquier empresa debe hacerse en este sentido y es la siguiente: "¿Que me cuesta menos captar un cliente nuevo o mantenerlo?". La respuesta en una u otra dirección nos ayudara a tomar una decisión más acertada, pero responder a esta cuestión no es suficiente. Necesitamos analizar el ciclo de vida y calcular el valor que nos puede aportar a lo largo del ciclo de vida de un cliente.

Son muchos los casos de clientes que dejan de comprar una marca y se van a la competencia, pasa cada día en telefonía, seguros, electricidad, etc, y en muchos casos la diferencia total de precio por la que se va el cliente es inferior a lo que les cuesta captar un cliente nuevo. ¿Por qué sucede esto?. Claro está que los motivos de abandono pueden ser muchos: precio, calidad del servicio, atención al cliente... Identificar los motivos de abandono es necesario para trazar la estrategia que deberemos implementar.

¿Qué hacemos cuando tenemos una fuga continua de clientes?, ¿ponemos una estrategia de captación de clientes para compensar las ventas perdidas  o activamos un programa de fidelización para retener clientes?.

Os dejo esta reflexión.

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